PsicoAstroLoGuia: SOL Y SATURNO, DEFINIENDO LA IDENTIDAD
- Gabriela Borraccetti
- 21 jun 2018
- 2 Min. de lectura
Con el ingreso del Sol al Signo de Cáncer, comienza la oposición a Saturno, cuyas prerrogativas apuntan a que podamos recortar mucho mejor nuestra esencia.

Por supuesto que el modo en que lo hace no es con consejos o con la actitud de un padre amoroso, sino que lo hace amenazando al hijo con todo lo que lo puede mortificar, limitar y hacer sentir imposibilitado. Esto va en la niñez desde el cuco, hasta la adolescencia y la adultez con cortarle los víveres, el recorte, las obligaciones, el peso que le carga sobre los hombros, la mezquindad, quitarle lo que consideraba hasta ahora sus posibilidades para hacerlo ahora sentir aislado y solo, De este modo, el Sol, -que es el núcleo del SÍ MISMO de cada ser, hará forzosamente nacer recursos, aptitudes y cualidades que no reconoce como propias. Normalmente, proyectamos en otros ese tipo de "brillo" hasta que las circunstancias nos obligan a florecer o nos rendimos y nos dejamos podar.
Es un tiempo de lucha con la autoridad, con la figura psíquica del "padre castrador", envidioso, temeroso de que su hijo lo supere. Por lo tanto, es un combate que puede externalizarse en cualquier figura que ocupe para nosotros un peso específico de plomo: un jefe, una responsabilidad, un trabajo o cualquier cosa que nos provoque el sentimiento de tener que luchar o arrodillarnos.
Para quien no se anime a sacar la maleza del camino, irá tropezándose y diciéndose que "no puede", "no sabe", "no tiene salida". Y para quien pelee, andará a los machetazos eliminando aquello a lo que se aferra por perder "lo poco" que ya tiene. Es sabido que las plantas crecen más fuertes cuando se las poda. Y esto es exactamente una poda.
Crecer duele, pero cuando se llega a una altura mayor, gratifica.
Esperando a Urano ,entonces .Todo sigue igual