Psicoastrologuía: Bolivia, Chile y los Astros
- Gabriela Borraccetti
- 19 nov 2019
- 4 Min. de lectura
No es común que escriba acerca de temas políticos de un modo específico. Sin embargo, hechos tan sensibles para Latinoamérica como los que suceden y vienen sucediendo en Chile, Bolivia, Ecuador, etc., pueden ser un ejemplo de lo que significa tener a Plutón y a Saturno como representantes de una época que quedará señalada como unas de las notablemente icónicas en materia de "derrumbe" de viejas estructuras y renacimiento de nuevas formas del poder y la autoridad.

El contacto de estos planetas, -Cronos y Hades-, nos instala en escenarios en los que el el discurso del amo, abren la puerta a posturas duras, violentas, destructivas y reaccionarias, cuya lección no consiste en atribuir este rol a unos eximiendo a otros, sino en reconocer que debajo de los acontecimientos, hay un aprendizaje que exige nuevas respuestas a tanta dureza y crueldad. Se podría decir que una nueva consciencia es capaz de realizar cambios de raíz, y eso es muy auspicioso para un tiempo de Sol con tránsito en Escorpio.
Plutón y Saturno describen las largas cadenas de abusos (Plutón), que se han llevado a lo largo del tiempo (Saturno).
En el elemento Tierra, los abusos se relacionan con todo lo que involucre a la autoridad, los recursos de una nación, el rol oficial, las instituciones y lo que se considera "medida/norma o ley", reguladora de cualquier mecanismo social. La convivencia social dependen de un Saturno que cree límites sanos para respetar individuos, naciones y pueblos. En su versión más ciega y compulsiva, -al lado de Plutón-, "hacer mierda al otro" es el lema que se plantea como "medicina" a la amenaza que sienten ambos frente a la libertad y la confianza.
Plutón y Saturno siguen siendo la música de fondo en la que se desenvuelve una nueva consciencia y esperemos que en lugar de eternizar una larga cadena de repeticiones, encontremos nuevas salidas. Para ello, hay auspicio de algunos planetas.
Hay que destacar que quienes tienen más posibilidades de salir airosos de ello, son los que han encendido su Sol o renovado su Consciencia, respecto de la diferencia que hay entre una autoridad y un ser atuoritario. Eso es la diferencia que en este momento podemos perder de vista cuando ambos planteas, Hades y Cronos, se juntan y mimetizan, -sin ocntar con Mercurio retrógrado que hunde sus raíces en las memorias de todas las destructividades humanas-.
Tenemos así por un lado a Saturno, comiendo a sus hijos por el típico miedo de ser desbancado y por el otro a Plutón, sometiendo por el terror y el odio a todo lo que vea como una amenaza. En el mito, Ereshkigal odiaba tanto a su hermana Innana, que la hizo descender al Hades para su humillación y degradación de todos sus atributos; nada que no pueda constatarse hoy en todos los escenarios en que las profundas desigualdades se manifiestan de un modo cruento y atroz. Ereshkigal ve con lentes de aumento, aquello que a los ojos de los que están libres de rencor, son cosas comunes, hechos tribiales. Por ej., ver en una cama un lujo que esconde alta corrupción, es algo que solo pueden ver quienes derrocaron a Evo o aquellos que apoyan un golpe de Estado a quien representa a los más marginales de una comunidad o de una nación.

Quienes más posibilidades tienen de resolver el conflicto, son los que en lugar de responder alzando las mismas armas, se plieguen a su fuerza, poder y reconcimiento de los límites. Esto último es también Plutón/Saturno en una versión mucho más equitativa. De hecho el PODER, nunca es algo individual sino colectivo y es por eso que cuando se lo utiliza con fines egoístas, las cosas no salen bien. A menos, a la larga.
Por estos días además de la conjunción Plutón Saturno, rige la de Venus y Júpiter, que permitiría alguna bocanada de paz y espíritu y mente superiores frente a la barbarie que nos presenta aquel que con uñas y dientes, pretende aferrarse a una riqueza que pertenece no a unos pocos sino a todos.
La justa distribución está simbolizada por Júpiter y Venus, -los benéficos Mayor y Menor del Cielo-, y aunque sería esperable que las situaciones violentas mejoren gracias a la intervención de alguna figura, entidad o institución benevolente y justa, no debemos olvidar que Mercurio se encuentra aún retrógrado y es prematuro aventurar un resultado.
Cuando el dios alado retrograda, cumple su función de psicopompo, es decir, de ir a bucear al lado oscuro del alma para luego sacar a la luz, una cantidad de información a la que no podemos ver por estar "peleada" con nuestra instancia consciente, es decir, con lo que aprobamos y nos genera menos conflicto que el que genera cambiar una opinión, una lectura o un análisis.
Este dios, Mercurio, es el encargado de "cerrar los ojos"de los que creen estar despiertos, desafiándolos cuando se coloca directo, a re-hacer su agenda mental, -y cualquier tipo de agenda-, cosa de desarrollar un modo de pensar crítico y no estanco. Elaborar respuestas nuevas a viejos problemas, es algo muy necesario cuando nos enfrentamos a momentos en los que los hechos nos traen por enésima vez, algo que ya nos ha sucedido y nos ha causado daño (Plutón/Saturno). Por ende, todo va a depender de lo que logremos sacar de este tunel oscuro en el que la vida nos insta a repensar los resentimientos, los rencores y todo lo que nos pueda habitar como un veneno que impide que veamos lo que es, gracias a la influencia de factores que no hemos exorcizado.
En el caso del contacto Venus/Júpiter, podemos esperar la máxima fuerza entre los días 22, 23, 24, 25 y 26 de noviembre. Junto a ese contacto, Mercurio ya se habrá estacionado para lentamente, recuperar su movimiento y así recuperar información y una nueva forma de ordenar las palabras. Gente, periódicos, actos, data que perderan el sentido que se recobrará desde otro lugar.
Quizá sea mi deseo, pero esperaría que para esa fecha, nos envuelva un espíritu más amoroso como para poder dar nuevas respuestas a aquellos que como Ereshkigal, necesitan saber que el verdadero poder se adquiera cuando somos capaces de exorcizar el odio y el rencor.
El 7 de diciembre, Mercurio termina de recorrer la zona de grados que puso en juego desde el 12 de octubre, y cerca o alrededor de esa fecha, nueva información o nuevos hechos, sumarán razón a lo que parecía no tener salida. Visibles o no, allí están los caminos nuevos que se abren para el desarrollo de nuestro futuro.
Si gana la consciencia, ganamos todos.
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