Psicoastrologuía: Mercurio a mitad del camino retrógrado-marzo 2019
- Gabriela Borraccetti
- 15 mar 2019
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 16 mar 2019
Por ahora estamos en la mitad del camino retrógrado. Pareciera que los mensajes, los pensamientos y la información sigue fluyendo con tintes aún borrosos, pero que en algunos casos, dejan ver la profundidad de lo que se ha terminado por pudrir o quedar como remanente de una cadena de errores, engaños o equivocaciones.

Posiblemente, por la necesidad de relajar la máquina mental que alimentamos a diario, nos dejemos arrastrar entre las olas hasta llegar a alguna orilla que milagrosamente nos exima de seguir navegando. Sin embargo, no es hora de abandonar a mitad de camino lo que comenzamos a vislumbrar o a intuir. Si nos hemos enterado de algún engaño, si hemos sufrido alguna pérdida, si a causa de la rotura de algún equipo, transporte o desconexión con otros lugares o seres de nuestro universo comunicacional, hemos tenido que detener o cambiar las rutinas a las que ya estamos acostumbrados, quiere decir que este momento de "suspensión" es necesario para dejar aflorar por una vía mucho más subliminal, la información que necesitamos con vistas a recorrer un pasado que cambie el futuro.
Es como comenzar a interferir conscientemente en nuestros sueños para conocer el significado, es como despertar en medio de la noche para darnos cuenta de que lejos de soñar, estamos encontrando una solución por un canal alternativo, es como dar lugar a lo que solemos descartar como fantasioso, siendo ahora el momento de aceptar errores o excesos de ilusión, emoción, sensibilidad o deseos de huir de la realidad. Será necesario que encaremos la falsedad de algunos datos, que demos pasos en favor de abrir esas puertas que ocultaron a nuestra consciencia al enemigo íntimo que todos llevamos dentro.
Por otra parte, desde la faz tradicional de la Astrología, Piscis sería el Signo que naturalmente ocupa la Casa XII, es decir, el lugar en donde queda lo marginal, lo inentendible, lo "podrido", los enemigos ocultos o los restos de lo que podría causarnos dolor. Todo aquello que pudiese atacarnos por la espalda, se esconde en esa casa; sin embargo a esta altura, el ladrón ha sido enfocado por la cámara silenciosa de nuestra consciencia que aunque sea por accidente, quedó encendida. Algo en nosotros, registró que no podemos permanecer evitando mirar las causas de lo que nos duele, nos daña, interfiere en nuestra mente, pudre nuestra lógica y daña nuestra salud mental o física.
Por algún motivo, puede que aún se nos escapen las palabras para describir todo lo que podemos comprender sin alcanzar a verbalizar. Pero al final del tránsito, cuando el dios alado vuelva a emprender su paso directo, podremos comprender un poco más el camino hacia el cual vamos.
Existirá aún así una cantidad de versiones de una misma cosa que harán difícil distinguir nítidamente el camino que debemos tomar, pero pronto nuestros pasos se orientarán en la dirección del susurro que nos diga: "es por aquí".
Aprender a leer los mensajes que emanan en la oscuridad para que la luz vuelva a aparecer en el horizonte de la mente.
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